¡Tu opinión me importa…un mundo!

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Tengo que disculparme por la tardanza en regresar al blog. La verdad es que entre los compromisos de mi otro trabajo y la primavera tardía de Reino Unido, que ha decidido complicar mucho mis alergias, llevo unos días completamente desconectado de todo lo que significa escribir, aunque sean unas lineas en el blog. Imposible concentrarme lo suficiente, para mi frustración. Lo que encuentro más difícil de estos períodos es que mi cerebro no descansa, la historia no avanza sobre el papel, pero si lo hace en mi cabeza así que acabo con una pila de notas concebidas para no olvidar ningún detalle de lo que quiero que llegue a ser la siguiente novela.

Sea como fuere, esta situación me ha dado la oportunidad de centrarme un poquito más en los comentarios que la gente me hace llegar por email, la página web o las redes sociales. Es fantástico ver como la gente se toma el tiempo de escribir a un completo desconocido simplemente para hacerle saber que gracias a su libro no duermen, que están completamente enganchados a la historia y agradecidos por los momentos que les da. ¿Agradecidos ellos? El que está inmensamente agradecido soy yo por la cantidad de gente que se está tomando el tiempo de leer algo escrito por mí. ¡Imposible ser más feliz! Incluso he empezado a recibir correos de compañeros escritores preguntándome por mis experiencias, o como ha resultado tal cosa o la otra, o si sé de alguna estrategia válida de promoción. A todos les digo lo mismo, que yo soy un novato en esto, pero que hay maravillosos foros como los de ebookhermanos o Mariana Eguaras, por poner dos ejemplos, que son prácticamente esenciales si estás empezando en el mundo de la autopublicación desde cero. Hay muchas más fuentes de información en internet y siempre es sabio dejarse guiar por los que han hecho el viaje antes que tú.

Evidentemente también ha habido lugar para la crítica. En una conocida red social alguien me ha dejado un comentario llamándome ignorante y blasfemo basándose exclusivamente en el título de mi libro, a la vez que reconocía no haberlo leído ni pretender hacerlo. Bueno, de todo tiene que haber y es importante que todos seamos libres de expresar nuestra opinión, preferiblemente sin ofender. Ante este tipo de manifestaciones mi actitud es clara, no prestarle la más mínima atención. Desde mi punto de vista las únicas críticas negativas que merece la pena escuchar son las que enriquecen, dan un punto de vista diferente y te ayudan a crecer como persona y como escritor, no aquellas basadas en fanatismos personales y acompañadas de agresión y ofensa.

Así que, no lo dudes, ¡háblame! porque yo estoy deseando escucharte.